La pandemia del corona virus
, la economía en el mundo, desacuerdos entre gobiernos
. Muchas veces me resulta abrumador tanto sufrimiento en el mundo y me invaden las ganas de llorar. Hay mucha oscuridad en el mundo y esto nos puede hacer perder la esperanza. Pero hoy te recuerdo que en los días más oscuros, Dios está con nosotros. Si tu estás en un camino espiritual y de crecimiento personal serio, DEBES SABER QUE LA LUZ QUE EL MUNDO NECESITA ERES TU. Dios no puede hacer nada por el mundo si no lo hace a través de ti y de mi. En tu hogar, tu trabajo, tu universidad, tu gimnasio, tu supermercado, tu eres el mensajero de luz en ese momento. Tu puedes brindar ayuda, dar una palabra amable, dar un abrazo, dar una palabra de aliento y brindar amor. Tu amor puede hacer que alguien cambie de opinión. Tu amor puede hacer que alguien conozca otra forma de vivir. El dolor del mundo no nos quita la esperanza, sino que fortalece nuestro compromiso de ser y dar amor. El dolor del mundo agranda nuestro deseo de ser y dar luz al mundo. Me siento útil, tengo una función especial, soy parte del plan de Dios de salvar al mundo. Somos gotas llenando un océano de amor que va a cubrir al mundo.